lunes, 10 de enero de 2011

Un crucero????????
Entre tantos  trabajos que he realizado, una temporada tuve  la oportunidad de colarme en un crucero y me pregunté por qué no compartir esta experiencia con Uds. y contarles un poco como se vive 7 días en esa mole lujosa que se arrastra por el mar.
Es bien sabido que  en todos los continentes no faltan opciones de rutas ni  abanico de ofertas, para todos los bolsillos. Los precios  suelen variar bastante y con ello no se paga ni más ni menos que la calidad del restaurante, y la situación del camarote..
En general los camarotes suelen ser pequeños, pero  cómodos, tienen todo lo que un viajero pretenda de una buena habitación, y cabe esperar un exquisito servicio de habitaciones que te mima sin cesar.
Este sofisticado hotel  flotante puede llegar a alojar a 2000 o 3000 personas con tripulación incluida, contar con 2 , 3 o 4 restaurantes, 10 0 15 bares, discoteca, gimnasio, teatro, tiendas, peluquería…….
Todo esto  se distribuye así: En la última planta y al aire libre se encuentra la piscina, los jacuzzi, las tumbonas, el parque de niños y según la calidad del crucero canchas de tenis, o de vóley, y por supuesto un enorme restaurante con vistas maravillosas desde lo más alto del barco. En las plantas de abajo se encuentran los camarotes, que pueden ser internos o externos, los más caros obviamente son los más altos con vistas al mar.( Que nadie se preocupe por la orientación, lo más normal es tardar 2 o 3 días sin saber llegar a ningún sitio)
La vida en el crucero: por lo general se navega de noche, o sea que a primera hora del día mientras el relajado turista duerme, un ejército  se moviliza para que todo salga a la perfección
La mayor parte de la tripulación se levanta a las 4.30 o 5 de la mañana. A las 7.30 ya están los restaurantes a rebozar de comida, donde no falta una sola modalidad de desayuno. El sistema suele ser de self service.
Lo normal es que la gente luego del desayuno baje a recorrer la ciudad, las excursiones se pueden comprar arriba del barco, o recorrer por libre; aunque ya puestos a desentenderse del tema, muchos prefieren la primera opción, la cual permite ver todo lo atractivo del sitio, sin tener que preocuparse de nada.
Por otro lado hay una gran cantidad de gente que prefiere tomarlo con calma, y pasar el día en el barco. Aburrirse se da por descartado, ya que en la recepción, un diario de a bordo informa de todas las actividades que se realizarán durante el día y en que sitio. Hay 2 cosas que quedarse a bordo implican: comer y beber sin parar. Eso sí ,tenga que cuenta que la comida está incluida en el precio, pero no así la bebida, ni los cafés y mucho menos las copas. Se paga con tarjeta lo cual incita al derroche, pero recuerde que un simpa es prácticamente inviable).
En general la gente pasa el día escuchando los animadores, que no paran de organizar juegos y bailes, remojándose en los jacuzzis, bebiendo piña colada, y merodeando por el restaurante que no para de servir comida, tartas, licuados…
Mientras tanto unas plantas más abajo, hay quien se acoda en la barra del bar contándole sus penas al camarero de turno, y quien en el teatro ensaya con pasión la famosa noche de “estrellas”, pensado para quien quiera aprovechar de sus 2 minutos de fama y mostrar lo que mejor sepa hacer: cantar, contar chistes, bailar. Sin dudas esta gala es un derroche de talento altruista imposible de perdérsela.
 A  medida que  el día cae, la vida en el crucero más se agita: es imposible coger un ascensor, los pasillos parecen una peatonal, las peluquerías echan humo, las manicuras no dan abasto….imagínense lo que haces un sábado normal antes de ir a una cena, llevado  a un sitio reducido, donde 500 personas están haciendo lo mismo que tú!!!!!!!!!!!!!!!!
Porque LA NOCHE es ley en el crucero. Indispensable  tirarse el ropero encima, peinarse para la ocasión, lucir las mejores joyas y estar dispuesto a disfrutar de las múltiples opciones, como un aperitivo antes de cenar, deleitar la exquisita comida en los lujosos  restaurantes y luego  acabar en  la  discoteca,  en el teatro,  en el circo, o cualquiera de los bares con música en vivo
Prácticamente el crucero NUNCA DUERME, ya que mientras algunos deambulan perdidos buscando el camarote donde dormir la mona, gran parte de la tripulación ya se encuentra en jaque para un nuevo día a bordo.
Y aquí quiero detenerme,  si de alguna manera pudiera hacer a toda esa gente un homenaje con solo mencionar esto,  me sentiría orgullosa; porque ya no es la cantidad de horas que trabajan, lo poco que duermen, y lo mucho que corren, sino el buen humor con el que lo hacen, la amabilidad que tienen con los clientes, lo personalizada que es su atención a pesar de ver 500 o 600 caras nuevas, cada semana durante 6 u 8 meses.
Vale la pena mencionar que el equipo humano del crucero se deja la piel en cada acto, y que son en parte responsables que la gente se lleve la mejor impresión de un viaje como este. Porque según como se mire la vida en el crucero  podría llegar a agobiar, mucha gente lo hace por cumplir el sueño de otro, y gracias a toda esa gente, le puedo asegurar que todos pueden encontrar su sitio para pasar una semana a gusto.
En líneas generales, esto es la semana famosa semana de crucero, para algunos es un sueño para realizar en su vida, y para otros un simple viaje más.
Para gustos colores, y para escoger vacaciones una opción. (Eso sí de ecológico no tiene NADA)




No hay comentarios: